Relacionar la naturaleza y el poder de la magia con el oficio del arte puede enriquecer la filosofía y el trabajo del artista; o, mejor dicho, creador. Presentar la creación artística como un signo de poder gracias a la magia nos sugiere una manera distinta, y quizá más relevante, de escribir y leer arte, de capturar conocimientos que quizá unos pocos sospecharon o intuyeron.
La magia comprende una serie de conocimientos y prácticas con los que se pretende conseguir cosas extraordinarias con ayuda de seres o fuerzas sobrenaturales, de acuerdo a su definición. Es un conjunto de habilidades que sólo individuos o seres particulares dominan o acceden en mayor o menor medida, por eso generalmente la palabra oculto acompaña a esta concepción. Pensar en el descubrimiento de lo oculto implica prácticamente un acceso a ciertos conocimientos olvidados o desconocidos, los cuales resultan atractivos si se les otorgan cualidades que desafían la realidad y las perspectivas del mundo y de aquello que la habita, incluyéndonos. Por mucho tiempo se ha hablado de que el conocimiento equivale al poder, y si éste se persigue a través de una vida de miradas, reflexiones, conversaciones y educación, se infiere que el acceso a información oculta quizá permita conocer un nuevo tipo de poder, y averiguar qué clase de poder sería y con qué intensidad se manifestaría, no hace sino incrementar los esfuerzos por desentrañarlo. Y si el artista es quien realiza esa búsqueda, deberá hacerla bajo sus propios términos.
Es el escritor británico Alan Moore quien propone que la magia es el arte; se describe a sí mismo como mago, chamán, y menciona que a la magia se le conocía como el arte, desde tiempos muy tempranos. Moore habla de que el arte, como la magia, es una ciencia de manipulación de símbolos, palabras o imágenes para conseguir cambios en la conciencia, y añade que el lenguaje de la magia parece hablar de escritura y arte como eventos sobrenaturales; es mediante la palabra que el mago realiza magia.
Tratar de descifrar el proceso de creación de un escritor/dibujante en todas sus fases es el primer paso para concederle el poder del lenguaje de la magia a quien quiera descifrar lo oculto.